Su nombre procede de la combinación del término griego bio (vida) y del español danza. Por tanto, hace referencia, literalmente, a la danza de la vida.
Beneficios:
Promueve las nociones de ritmo, equilibrio y fluidez, que puede servirles como base para la construcción de movimientos más elaborados.
Libera tensiones y ayuda a manejar adecuadamente el estrés.
Mejora el nivel de atención y la presencia, el aquí y el ahora.
Ayuda a gestionar las emociones, controlando el estrés y la ansiedad.
Fortalece el desarrollo de habilidades propias del ser humano, ya que estimula la "psicomotricidad fina" o la capacidad de afinar los movimientos.
Fortalece el cerebro. En general todo tipo de movimiento sirve para conducir informaciones al sistema nervioso central, pero la biodanza lo hace de un modo aún más refinado, a través de una serie de movimientos concretos.
Promueve la salud del cuerpo, pues si se baila desde la infancia, la persona que baila aprende a mover el cuerpo y a conocerlo, lo que se convierte en un hábito saludable.
Estimula la sutileza, la organización, el juego, la alegría, la vitalidad, la afectividad, el estímulo a la atención y el poder de observación presentes en los ejercicios.
Incentiva la sensibilidad musical y ofrece un entorno significativamente diferente a través de sentirse emocionalmente bien consigo mismo, bajar los niveles de ansiedad y de estrés.